Días de niebla

Quienquiera que haya salido a la calle en las últimas semanas se habrá percatado de que, en algunos momentos, el campo de visión se limitaba a unas decenas de pasos. En carretera, las limitaciones se hacían patentes para la conducción. ¿La culpable?, la niebla. De un tiempo a esta parte lo ha ido invadiendo todo, ahora aquí, ahora allí, porque como se ve, este fenómeno atmosférico no es del todo uniforme. De hecho, puedes salir de tu casa con el día totalmente despejado y, a unos pocos kilómetros, encontrarte con una densa niebla, según sea el entorno geográfico un valle o un alto y según le afecte la acción del viento.

En cualquier caso, la niebla de las últimas semanas ha dado mucho que hablar en Pamplona, sobre todo por la situación creada en el aeropuerto de Noáin, con decenas de vuelos cancelados, tanto de entrada como de salida, y desviados a otros aeropuertos cercanos, como el de Vitoria. El aeropuerto navarro se encuentra enclavado en un valle donde no es frecuente que corra el viento. Esto es bueno para el despegue y aterrizaje, pero en temporadas de frecuentes nieblas, éstas se hacen más persistentes en lugares de calma chicha. AENA y el Gobierno de Navarra ya se han comprometido a analizar la situación, que este año ya lleva más de 200 vuelos anulados.

Los que están haciendo su agosto con esta situación son las firmas de autobuses, contratadas por las compañías aéreas para trasladar a algunos de los pasajeros que se han quedado en tierra a aeropuertos cercanos para que puedan despegar. Los más perjudicados, los taxistas. Si nadie aterriza en Pamplona por culpa de la niebla, su función queda anulada.

Lo más peligroso de la niebla viene a la hora de conducir. La DGT recomienda precaución, reducir la velocidad y respetar las distancias de seguridad, porque nunca sabes qué vas a encontrar 20 metros más allá de donde tú estás.